Cuando el cuerpo está relajado, los músculos descansan, por lo que los nervios asociados dejan de enviar y recibir mensajes al cerebro. Los ejercicios de relajación deben incluirse para un plan de entrenamiento completo debido a sus muchos beneficios. Fisiológicamente, los ejercicios de relajación ayudan a evitar la fatiga y, psicológicamente, ayudan a dormir mejor, reducen las sensaciones de ansiedad y ayudan a mejorar la autoestima. En términos de rendimiento, cuando los atletas están demasiado tensos, su nivel de activación óptimo y el diálogo interno se ven afectados.
Hay dos formas diferentes de relajación:
- Del cuerpo a la mente, por ejemplo, ejercicios de respiración y relajación muscular progresiva.
- De la mente al cuerpo, por ejemplo, algunos tipos de meditación y visualización.
Los ejercicios cuerpo-mente suelen ser más fáciles de practicar para los atletas y las personas que hacen ejercicio con regularidad. Incluso con solo una o dos semanas de práctica, las personas pueden notar una diferencia positiva. El mejor momento para enseñar y aprender cualquier técnica de relajación es cuando los músculos están cansados después de hacer ejercicio.
La relajación se puede utilizar para varios propósitos dentro del deporte, como por ejemplo:
- Para proporcionar relajación momentánea en momentos específicos:
Durante un descanso en la competición para relajar los músculos tensos o para manejar pensamientos preocupantes; o después de las competiciones, para que el cuerpo vuelva a su estado habitual.
- Para regular el estado óptimo de activación del cuerpo.